La Alhambra desde El Generalife

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El Belén Napolitano del Palacio Real de Madrid


El Palacio Real de Madrid expone su Belén Napolitano preparado este año por Patrimonio Nacional, para deleite de todos los visitantes, tal y como fue concebido desde su origen por iniciativa real. 


Desde el viernes, 6 diciembre de 2019 y hasta el lunes, 6 de enero de 2020, se puede visitar en el Salón de Alabarderos del Palacio Real de Madrid el tradicional Belén del Príncipe, iniciado por Carlos III para su hijo, el futuro Carlos IV.


Felipe V, en su viaje a Italia en 1702, recibió como regalo un Belén napolitano. Sera su hijo Carlos III, Rey de Nápoles desde 1735, quien traiga un Belén en 1760 para colocarlo en el Palacio del Buen Retiro en sus primeras navidades como Rey de España.

Antes de esa época, la belenística estaba limitada a los monasterios de clausura y a reducidos conjuntos de imágenes que eran propiedad de algunas de las familias nobles de Madrid. Sin embargo, los nacimientos de origen napolitano, que se caracterizan por contar con gran cantidad de figuras, no tardaron en ser adoptados en todos los lugares como elemento imprescindible para celebrar la Navidad.

El Belén Napolitano del Palacio Real está compuesto por figuras napolitanas, además de otras genovesas y españolas. Se trata de uno de los conjuntos belenísticos más importantes en su género de todo el siglo XVIII, a principios del siglo XXI fue aumentado en más de 200 figuras.  
Este tipo de belenes destacan porque cada temporada muestran un montaje diferente. De esta manera en el Belén del Palacio se han ido incorporando diversos objetos inspirados en las Colecciones Reales así como en los Reales Sitios.

Este año las figuras de los reyes Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma son protagonistas del belén, ya que en 2019 se cumple el bicentenario de su fallecimiento.
Aparecen en el Misterio, en el zaguán del Palacio Real vestidos como los retrató Goya a finales del siglo XVIII. 
  

Junto a la fachada del convento de las Descalzas Reales, se sitúan el jardín neoclásico y la estatua ecuestre de Carlos IV, obra original, fundida en bronce por el artista Lucien-François Feuchère (1750-1828). La escultura fue encargada en 1803 por Jean-Philippe-Guy Le Gentil, conde de Paroy, y llegó a España en 1806, en los últimos años de reinado de este monarca, perteneciendo desde entonces a las Colecciones Reales.


En torno a la fachada del Monasterio de la Encarnación se homenajea a los Patronatos Reales madrileños de los conventos de la Encarnación, donde se desarrolla una escena que evoca el tapiz de Goya Los zancos.


Cerca del mercado esta expuesta, como recuerdo a la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano la maqueta de la nao Victoria.
Este año los músicos portan reproducciones del “Cuarteto Palatino” de Stradivarius, comprado por Carlos III a los descendientes del gran luthier de Cremona, para la orquesta de cámara de su hijo el entonces Príncipe de Asturias, futuro Carlos IV. 


Las figuras del Belén son piezas con movimiento en sus articulaciones para poder adecuar cada una de ellas a la escena que interesa representar.


Las napolitanas están realizadas a la manera tradicional: cuerpo de alambre y estopa, cabeza de barro y extremidades en madera, vestidas con ricas telas, mientras que las genovesas son articuladas, con sistema de rótulas, pero todas talladas en madera y vestidas con tejidos suntuosos.

El Belén del Príncipe se fue incrementando con el paso de los años con figuras realizadas por artistas españoles, principalmente José Esteve y José Ginés. Se ha llegado a decir que el Belén del Príncipe tenía la gran cifra de 5.950, si contamos todos los elementos, como animales y finimenti que adornaban cada una de las figuras, o escenas como la posada, la taberna, el mercado, etc. 

La escenografía o montaje se cuidaba con sumo detalle; los pintores de cámara y los arquitectos de Palacio eran requeridos para diseñar el gran espectáculo navideño. En 1845, un pintor del prestigio de Vicente López fue el encargado de la disposición escenográfica del Belén, contando para ello con la colaboración de todos los oficiales de Palacio.

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