La Alhambra desde El Generalife

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20191016

Campo del Príncipe. Palacio de los Mendoza - ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA


Conocido en época nazarí como el Campo de la Loma, en él se celebraban multitudinarios actos públicos y festejos ecuestres al aire libre, rodeado de numerosas huertas, fincas de recreo y palacios con jardines. 


El crucificado que preside la plaza es conocido como Cristo de los Favores por la tradición de pedirle tres peticiones el Viernes Santo, fue encargado por los vecinos del barrio en 1640 e instalado en su actual sitio en 1682.


En 1497, para celebrar las bodas del príncipe don Juan con doña Margarita de Austria, la ciudad dispuso crear aquí un amplio espacio público con función comercial al modo castellano, viniendo a ser la plaza más amplia de la ciudad. Pero tales eran las regías necesidades del impaciente heredero, que sin lograr aguantar por más tiempo, fue en busca de su prometida hasta Santander para acabar celebrando los desposorios en el pequeño pueblo de Villasevil.
https://www.ayto-santiurde.com/la-iglesia-de-santa-cecilia-villasevil/



En 1513 continuó su arreglo para convertirla, junto con la plaza de Bib-Rambla, en un gran escenario para celebrar juegos de cañas y toros, justas y celebraciones religiosas tales como autos de fe y procesiones rituales.



Sobre los restos de una casa nazarí en el entorno del Campo del Principe, se construye en el siglo XVI el Palacio de los Mendoza, conocido también como “Palacio del Almirante de Aragón”.
En aquellos tiempos los Mendoza era la familia más cercana a la corona, y por tanto la más influyente. 
Para convertirla en su residencia, adquirieron la propiedad en 1540 transformando y reutilizando la edificación ya existente, construyendo tres nuevas alas sobre la huerta y cerrando el patio, con cenadores en estilo plateresco.


Tras esta intervención, el edificio adquirió el aspecto de Casa-Palacio, y como tal fue habitado por la familia hasta 1776.


El Palacio de los Mendoza, se transformó en hospital entre los años 1776 a 1835, cuando el Hospital de Santa Ana, situado en Plaza Nueva tuvo que trasladarse. 
Se ampliará al pasar a manos de una orden religiosa y convertirse en el Convento de la Encarnación. La propiedad, sufrió una nueva transformación, demoliéndose una parte del edificio y construyendo una nueva ala independiente, pero siempre conservando el patio. El edificio pasó a llamarse Hospital Mayor de la Encarnación. 
Se cree que es en este tiempo cuando se construye la Capilla Barroca que se ha conservado hasta nuestros días, en proceso de restauración. 


Entre 1835 y 1865 albergó la Escuela gratuita de San Cecilio y la Escuela Normal de Maestros. Tras su uso como Escuela Nacional, es comprado en 1868 por el Ministerio de Defensa para albergar el Hospital Militar de GranadaEn este periodo fue cuando mas transformaciones sufrió. La primera, y la de más impacto visual, fue el cierre de la fachada que daba al Campo del Príncipe y se amplia con numerosos pabellones para ser usado como Hospital Militar.
El Estado fue adquiriendo viviendas y construyendo pabellones hasta que logró el cierre del perímetro, ocupando toda la manzana, en la actualidad es un conjunto de inmuebles que ocupan una extensión de casi 14.000 m2. 

Posee interesantes techumbres entre las que destaca un magnífico alfarje de estilo Mudéjar en el salón principal. Junto al zaguán de entrada y la capilla existe una interesante escalera que nos lleva a la planta superior.

En el año 1994 el Hospital Militar fue adquirido por la Universidad de Granada. Su uso: nueva sede para la Escuela de Arquitectura. Sin embargo, el estado del edificio y la funcionalidad de sus espacios hicieron necesaria una rehabilitación integral para poder albergar un centro universitario.


Los diferentes usos descritos fueron imprimiendo carácter a este edificio originalmente renacentista, por lo que la integración y conexión de todas sus partes ha sido la línea seguida por el arquitecto Víctor López Cotelo para su restauración y rehabilitación.

Así, la Escuela de Arquitectura ha recuperado los antiguos espacios conventuales, ha modificado y adaptado los diferentes pabellones del Hospital Militar y se ha visto ampliada con la creación de una gran aula magna.


Atrás quedaron 13 años de obras. Ahora, la vida universitaria se ha fortalecido en el barrio del Realejo, ubicación que comparte esta Escuela con las dos sedes del Centro de Lenguas Modernas. Además, crea una interesante relación con importantes paradigmas de la arquitectura contemporánea en Granada, como la vecina Fundación Rodríguez-Acosta.



El antiguo Hospital Militar se erige como un símbolo de la Universidad de Granada, que ha sabido proteger parte del valiosísimo patrimonio histórico de la ciudad gracias a su conversión en espacios culturales y docentes. No en vano, el proyecto de López Cotelo ha sido galardonado con el Premio de Arquitectura Española en 2015.

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