La Alhambra desde El Generalife

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20200329

LOS CARMENES DE GRANADA


Albaicín
Tras elevadas tapias encaladas por las que se descuelgan yedras y enredaderas, con hermosos jardines en bancales, huertas y frutales, se esconde todo un universo privado e intimista de sabor andalusí. Son los cármenes situados en los barrios granadinos del Albaicín, el Realejo y el entorno de la Alhambra. Pequeñas alquerías que derrochan exuberancia y colorido fuera de sus paredes, sacudiendo de aromas a la ciudad durante todo el año con su perfume de rosas y jazmines.


Cuesta de San Gregorio
Subiendo por La Caldereria, llegaremos a la Cuesta de San Gregorio empinada y empedrada, que nos conducirá al Albaicín, antes de llegar arriba encontraremos la casa de Enrique Morente con una placa en su fachada con las que sus vecinos han querido recordar al cantaor. Y siguiendo la cuesta en una pequeña placeta el Carmen de Los Cipreses donde residió el escritor Nicolás Maria López conocido como "Anton del Sauce".



Carmen de Los Cipreses
Es uno de los cármenes más antiguos que se conservan en el Albaicín, en él se reunieron Ángel Ganivet y otros intelectuales granadinos a finales del siglo XIX. Su jardín fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983.


Carmen de la Victoria
Se pueden visitar (cuando venzamos a este maldito virus) el Carmen de la Victoria (propiedad de la Universidad de Granada), el Carmen de Max Moreu (que alberga un museo de pintura), el carmen de la Fundación Rodríguez Acosta y el Carmen de los Mártires (propiedad del Ayuntamiento de Granada). Y después... a tapear






A Granada se la conoce por la "ciudad de los cármenes". Normalmente el carmen ocupa un pequeño espacio de terreno, pero hay cármenes con grandes superficies. Siempre encontraremos cármenes pequeños, familiares, y grandes que se adornan con cuadros de arrayán, atravesados por paseos y fuentes en sus glorietas.


El carmen grande o pequeño es un espacio verde, hoy enclavado en el interior de la ciudad y constituye la natural expansión de esta. Hace tiempo situados a extramuros como comentan acreditados y numerosos autores de la época, como Ibn al-Jatib, en el siglo XIV, y el escritor castellano Luis del Mármol, quien destaca la salidas de la ciudad entre carmenes y huertas llenos de vegetación y frescura.  
La vida es apacible en los que son de propiedad privada, recónditos, con un ambiente de recoleta intimidad. 


 Hay carmenes que nos recuerdan a otros pues son muy similares, como éste
La vivienda de un carmen se entrelaza con el jardín y el huerto. Un carmen no es únicamente huerto, ni únicamente un jardín. En el carmen las flores se cruzan con las hortalizas en amigable compañía. Los árboles que lo adornan no desempeñan una función exclusivamente ornamental. Decoran, dan sombra y frescura y al mismo tiempo, producen buenos frutos.


En los cármenes se aspira el penetrante perfume de las azucenas, de las rosas, los jazmines, los claveles, los nardos, los alhelíes, la madreselva, el galán de noche y al mismo tiempo, se recogen granadas, acelgas, albaricoques, lechugas, ciruelas, habas, melocotones, espinacas, peras, cardos, manzanas y fresas. 













El carmen humilde se contenta con un parral, una higuera, bancales de hortalizas, algún árbol frutal, flores y un pilarico con su chorro de agua... ensoñadora cantinela de la que no se puede prescindir.
La cosecha suele ser para el consumo de la familia. El carmen no es finca de lujo.


Por el suelo de los cármenes discurren mínimos arroyuelos, cuando hay desnivel, corren por el terreno con suave murmullo. Suelen ir a parar a una alberca, donde se miran las plantas, otros brincan por los saltadores de las fuentes, compitiendo con el melódico trino de las aves que pueblan el carmen, anidan en sus árboles clandestinamente, sin permiso del dueño, pero le pagan el hospedaje anunciándole la mañana con su alegre trino. A veces el ruiseñor es el rey de estos huéspedes furtivos.


Muchos carmenes hoy están convertidos en famosos restaurantes, los hay de todos los precios, mas elegantes con carta mas variada, más informales y algunos con menú del día.


Carmen restaurante Los Chapiteles
El Carmen fue un regalo de los Reyes Católicos al General que mandaba sus ejércitos, el Gran Capitán, D. Gonzalo Fernández de Córdoba. De esta forma, empezó la historia de la que ya en su día era una de las casas más hermosas y preciadas de la ciudad.



Aben Humeya un restaurante construido con la unión de dos casas moriscas del siglo XV adosadas ambas a dos de los torreones de la Alcazaba Qadima del siglo XI.


Aben Humeya

Estrellas de San Nicolás


Hay muchas variantes que pueden hacerse para que una velada gastronómica sea inolvidable: La comida, la compañía y unas magníficas vistas. 
Dejo algunos nombres no están todos: Carmen de San Miguel. Carmen del Agua. Mirador de Aixa. Mirador de Moraima. Carmen Verde Luna. El huerto de Juan Ranas. El Trillo. Ruta del Azafrán y bares donde tomar unas tapitas un largo etc.


Tras elevadas tapias encaladas por las que se descuelgan yedras y enredaderas, con hermosos jardines en bancales, huertas y frutales, se esconde todo un universo. Son los cármenes situados en los barrios granadinos del Albaicín, el Realejo y el entorno de la Alhambra, derrochando exuberancia y colorido fuera de sus paredes, sacudiendo de aromas a la ciudad durante todo el año con su perfume de jazmines y madreselvas.
  

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