Real Chancillería de Granada en Plaza Nueva |
Esta Institución que se llamó Real Audiencia y Chancillería de Granada tuvo su origen en la Reforma Judicial llevada a cabo por los Reyes Católicos, desdoblando el Tribunal de Oidores o Chancillería de Valladolid, y creando otra en Ciudad Real. Entre las distinciones con que los Reyes Católicos quisieron ennoblecer a Granada, estuvo la del traslado a ella de la Chancillería de Ciudad Real. Esto se llevó a cabo por Real Cédula de 8 de febrero de 1505.
En un principio se instaló en la Alcazaba (Albayzín) en las Casas de Alonso Enríquez -en la, desde entonces, llamada calle de Oidores, frente a Santa Isabel La Real-. Posteriormente por orden del Emperador Carlos V, y mientras se construía el actual edificio, se trasladaron a las casas del Obispo de Burgos y Patriarca de las Indias, D. Juan Rodríguez de Fonseca.
El edificio se construye por orden del Emperador y se comienza en 1530 prolongándose hasta 1587, período en el que se termina de alzar la fachada y la escalera, ya bajo el reinado de Felipe II. Consta de dos partes: la Chancillería y la Cárcel Real, unidas por una nave interior triangular. Es el primer edificio alzado específicamente para albergar un tribunal de justicia.
Las diferentes edificaciones que lo forman se desarrollan, entre las calles Cárcel Alta y Aire, dando su fachada principal a Plaza Nueva.
Las diferentes edificaciones que lo forman se desarrollan, entre las calles Cárcel Alta y Aire, dando su fachada principal a Plaza Nueva.
La fachada es factura del arquitecto Francisco del Castillo el
Mozo (Jaén, 1528 Granada, 1586), aunque
su ejecución fue obra del cantero Martín Díaz de Navarrete y las esculturas de
Alonso Hernández.
Francisco del Castillo, quien, formado en Italia, se va a
convertir en Andalucía en un seguidor de los modelos serlianos. (Recurso
arquitectónico muy utilizado en el Renacimiento, se puede ver también en la portada
del Palacio de Carlos V)
Está dividida en dos cuerpos en altura, su característica más acusada es la apretada y densa variedad de vanos.
En el centro la Portada, con puerta de arco de medio punto enmarcado por columnas corintias sobre pedestales y con granadas en las enjutas, tres puertas adinteladas que permiten el acceso al edificio.
En la parte superior seis balcones con columnas corintias, siendo el central el de más tamaño y sobre el que descansa un escudo de España y estatuas de La Justicia y La Fortaleza, ambas sentadas sobre el frontón.
Una leve cornisa divide las dos plantas y sobre el conjunto se dispone una sobria balaustrada de piedra que se remata con altos pináculos decorativos con pirámides labradas y un templete que acoge el reloj en el centro, obra de finales del siglo XVI que estuvo ubicada en la parte izquierda del edificio hasta 1806, sustituyendo al medallón de mármol con la figura de Carlos III que actualmente se encuentra en la parte superior de la escalera.
En el centro la Portada, con puerta de arco de medio punto enmarcado por columnas corintias sobre pedestales y con granadas en las enjutas, tres puertas adinteladas que permiten el acceso al edificio.
En la parte superior seis balcones con columnas corintias, siendo el central el de más tamaño y sobre el que descansa un escudo de España y estatuas de La Justicia y La Fortaleza, ambas sentadas sobre el frontón.
Una leve cornisa divide las dos plantas y sobre el conjunto se dispone una sobria balaustrada de piedra que se remata con altos pináculos decorativos con pirámides labradas y un templete que acoge el reloj en el centro, obra de finales del siglo XVI que estuvo ubicada en la parte izquierda del edificio hasta 1806, sustituyendo al medallón de mármol con la figura de Carlos III que actualmente se encuentra en la parte superior de la escalera.
Encima del frontón triangular partido se albergar una cartela, con texto de Ambrosio de Morales, cronista del rey Felipe II. Esta sostenida por un león.
El monumento cuenta con un zaguán con escalinata y arcada de acceso al patio cuadrado
con fuente en el centro, y galería abierta a él decorado con columnas de mármol blanco, toscanas y arcos de medio punto, cinco en cada lado, sobre esbeltas columnas dóricas de mármol blanco, fue creación de Diego Siloé, autor de muchos de los edificios de la época, hacia 1540. En las enjutas medallones con cabezas y bustos; en la clave -parte central del arco ménsulas de acanto.
El cuerpo superior, adintelado con balaustrada de piedra. En los muros de las galerías alta y bajo hay escudos imperiales pintados al fresco.
El arranque
de la escalera lo forman tres arcos de medio punto sobre pilastras. Sobre los
arcos laterales descansan las figuras de las Virtudes y encima frontón partido
por el escudo de los Reyes Católicos. El arco central tiene un diseño más
sencillo, una cartela con
mascarones en su centro y sujetándolo dos putti –angelillos enroscados con animales marinos. Al final de la escalera también aparece el
triple arco. La escalera se ilumina con dos vanos rectangulares y un tondo. Junto a las ventanas un medallón con retrato del Emperador.
De gran interés es la escalera, situada en el ángulo noroeste que, según la inscripción de uno de los remates de su pasamano de hierro se terminó en 1578. Realizada por el cantero Pedro Marín y las esculturas por Alonso Hernández.
Es de tres vueltas, se cubre con armaduras de artesones, romboidales y hexagonales, con decoración vegetal y pinjantes dorados, y a su alrededor un friso con el escudo de Felipe II en los lados mayores.
Por su fachada principal pasan cada día, decenas de hombres y mujeres de leyes que tienen el privilegio de acceder a este monumento. Al ser la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla las visitas al interior son complicadas.
Pero podemos mirar y admirar su fachada principal y merece la pena darse un paseo por plaza Nueva.
Hace dos años, la Real Chancillería de Granada celebró su quinto centenario.
Este edificio puede presumir, (de ser de los pocos que no ha cambiado de usos) y que en 1505 se creó para impartir justicia y sigue así. Con más o menos poder, con más o menos competencias, la Real Chancillería, que los Reyes Católicos trasladaron a Granada para darle más señorío y ennoblecerla, sigue dando hoy por hoy peso judicial y belleza a la ciudad granadina, "capital andaluza de la justicia".
El Archivo de la Real Chancillería de Granada pone a disposición de sus usuarios la adaptación de los Catálogos de las Colecciones de Hidalguías y de Pleitos editados en soporte electrónico, para la consulta en la Red a través del Portal de Archivos de Andalucía.
Hola. ¿Las fotos son tuyas? En caso contrario, ¿podrías facilitarme la fuente?
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