Este museo, uno de los primeros fundados en España, se crea mediante Real Orden de 1879. Tuvo su origen en 1842 como Gabinete de Antigüedades dependiente de la Comisión de Monumentos de Granada, a cargo de Manuel Gómez-Moreno que entre otras funciones se encargaron de recoger las diferentes piezas arqueológicas.
Desde entonces a tenido distintas sedes en distintos inmuebles de la ciudad, hasta que en 1917 se adquirió la casa de Castril para su ubicación definitiva, a los herederos del insigne arabista Leopoldo Eguílaz y Yanguas para ubicar definitivamente el museo, y en 1962 la aledaña Casa Latorre para su ampliación.
Lo más sobresaliente del edificio es su portada que, desplazada del centro de la fachada, presenta tres niveles.
En la clave del dintel de la puerta está representada la Torre de Comares, blasón que los Reyes Católicos concedieron a su secretario, por su intervención en las Capitulaciones de Granada y por haber ido a esa misma torre secretamente para que las firmara Boabdil.
Corona la portada un friso con monstruos y figuras humanas, y una cartela donde se lee la fecha de 1539.
La Casa de Castril, toma el nombre del Señorío de Castril concedido por los Reyes Católicos a Hernando de Zafra. Construida en 1539 por su nieto, tras pedir autorización al emperador Carlos V para fundar un mayorazgo con la villa de Castril y otras posesiones, de acuerdo con el testamento de su abuelo.
Redoma de las Liebres, Medina Elvira, Atarfe (siglos X-XI) |
Astrolabio de Ibn Zawal, Albaicin, Granada (1481) |
Busto de Ganímedes, Alhambra, (siglos II-III d.C.) |
A la derecha de la portada haciendo esquina, un balcón partido en dos por una columna, tiene una inscripción en la que se lee "esperándola del cielo", que según cuentan las leyendas, uno de los descendientes del Señor de Zafra vivía en el palacio con su hija Elvira, hermosa dama casi encerrada por su padre para preservar su honor, el celo del padre no impidió que se enamorara de un apuesto joven Alfonso Quintanillo perteneciente a una familia noble de Granada pero enemistada con los de Zafra.
Parece que los amantes tenían de su lado al capellán de la casa de Castril y a un pajecillo que seria su correo. Juntos los encontró el padre y creyó que el pajecillo había pisoteado doblemente el honor de su hija y lo mando ahorcar en el mismo balcón.
Cuando el paje pedía justicia. El señor de Castril decía, pide cuanta justicia quieras. Ahí ahorcado puedes estar “Esperándola del Cielo” Después de esto el señor de Castril mando tapiar el balcón.
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