En Granada, el fenómeno del comercio fotográfico de tipo
turístico se inicia en torno a la última década del siglo XIX con los estudios
de Rafael Garzón, Rafael Señán y González y los hermanos Enrique y Abelardo
Linares, una generación de profesionales que surge en torno a la Alhambra y que
se especializan en fotografía turística.
Ellos son los primeros en montar su
tienda en las calles vecinas del monumento donde se podían adquirir desde
fotografías y postales de la Alhambra o el Generalife y otros rincones de la
ciudad y sus personajes más típicos, hasta antigüedades y otros souvenirs.
«Dichas fotografías, como reclamo, solían decorar la fachada de estos
establecimientos, en los que también se podía adquirir material fotográfico o
revelar los clientes personalmente sus negativos de cristal», escribe el
fotógrafo y coleccionista Carlos Pascual del Coso en el artículo 'El retrato a
la morisca' publicado en la revista Alhóndiga. (IDEAL de Granada)
La
atracción de aquellos primeros turistas por el monumento, fascinados por la
mirada que los viajeros románticos inmortalizaron en grabados y dibujos,
propiciaron el establecimiento de estudios fotográficos alrededor de la
fortaleza nazarí para surtir a los nuevos clientes de postales de la ciudad y
sus peculiares tipos, o curiosos retratos en el que, el protagonista se
convertía en un príncipe o una exótica cautiva del palacio árabe.
Estudio del fotógrafo Rafael Garzón en la Alhambra (1905)
Rafael Garzón Rodríguez, por sus colecciones fotográficas de monumentos, calles y escenas costumbristas de ciudades históricas como Granada, Sevilla, Córdoba, Málaga o Cádiz, fue unos de los fotógrafos del sur de España más importantes y activos de finales del siglo XIX.
Nació en Granada en 1863 y es en esta ciudad donde en 1883 crea su primer establecimiento, en la calle Real de la Alhambra, tras haber cursado diversos estudios sobre fotografía en Madrid. Los primeros años de su carrera fotográfica los dedicó principalmente al Palacio de la Alhambra y a su Granada.
Entre los años 1898 y 1901 se asocia comercialmente con el también fotógrafo Linares que actualmente tiene tres establecimientos en la Alhambra.
Establece en Córdoba y Sevilla otros estudios, donde consiguió gran éxito comercial.
Realizó trabajos fuera de Andalucía, como muestran las magníficas colecciones de Toledo de 1898, las de Gibraltar y Tánger. Fallece en 1923 pero sus estudios se mantuvieron abiertos hasta 1935.
Principalmente R. Garzón se dedicaba al sector turístico creando su propio "souvenir" sobre las ciudades en las que se instalaba, como postales, estampas y ofrecía la posibilidad de hacerse un retrato morisco en sus estudios fotográficos, donde se representaban vistas de ciudades como Granada, Sevilla o Córdoba.
Garzón tuvo mucho éxito y se vio reflejado en múltiples publicaciones de la época tanto en libros españoles (“Maravillas de España”, “Panorama Nacional”) como extranjeros, que con sus fotografías los ilustraban. Además reunió espléndidas colecciones fotográficas en una gran variedad de temáticas y formatos.
Manuel de Falla en la Alhambra
Fue fotógrafo oficial de su Majestad Don Alfonso XIII durante su viaje a Granada en 1904 y fotografió a celebridades como Manuel de Falla, José Zorrilla y muchos otros personajes populares de la época que no dudaron en posar ante los objetivos de Rafael Garzón.
Su hijo fundaría el Hotel América en la calle Real.
|
Calle Real de la Alhambra (Estudios fotográficos de Linares y Garzón)
Rafael Señán González fue un excepcional profesional que creó en Granada un singular estudio especializado en la fotografía turística. Este negocio ofrecía a los visitantes de la Alhambra todo tipo de recuerdos fotográficos de los principales monumentos andaluces, así como postales y el genuino retrato árabe, para el que los turistas se disfrazaban ante la cámara como el propio Boabdil. El éxito de esta fórmula le llevo a instalarse también en Córdoba, en la Plaza del Triunfo, junto a la Mezquita, donde su hija María continuó con la profesión paterna hasta la Guerra Civil.
Acto cultural en el Palacio de Carlos V, iluminado mediante electricidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario