Max León Moreau (su carmen)

El carmen museo fue donado a la ciudad por sus dueños Max León Moreau y Felice Georgette Leclercq, y esta ubicado en el barrio del Albaicín. Fue la residencia del artista belga que dejó a la ciudad de Granada como heredera de todos sus bienes. Cualquier día es bueno para visitar el Carmen Museo del pintor situado en el Camino de San Nicolás, porque el quiso de fuera de todos y la entrada es gratis.

Conforme a su tipología de «Carmen», cuenta con vivienda, huerto y jardín, así como tres pequeños bancales para adaptarse al desnivel de la colina. Consta de tres edificaciones independientes comunicadas por medio de patios: la casa del pintor, el estudio y la vivienda del casero. La vivienda es actualmente la sala de exposición permanente de parte de su obra, mientras que lo que fue su estudio —la zona que sufrió mayor intervención— es ahora la que recrea la vida del pintor.

Si miramos detenidamente a nuestro alrededor podemos ir comprobando que el desarrollo arquitectónico del Carmen de los Geranios responde a las características que acabamos de mencionar. La vivienda se desarrolla y distribuye sobre varios niveles, que llamamos bancales o paratas y se contenta con una higuera, varios rosales, muchos geranios y una pequeña alberca donde se miran las plantas.

Max León Moreau nace en Soignies, una pequeña ciudad belga que abandona a los tres años para ir con sus padres a vivir a Bruselas. Confiesa una profunda admiración por su padre, pintor. Acabada la I Guerra Mundial, la familia Moreau se traslada a París. Max trabajo en los teatros parisinos, especialmente en aquellos que recreaban obras de la Comedia Francesa.

Viaja a Túnez en 1929. Luego ira a las Bahamas, islas en las que retrata a los principales miembros de la colonia inglesa. Regresó a Francia y la fiebre viajera se acentúa: América del Norte, Vichy y Portugal (Lisboa y Nazaré), en donde realiza una serie de cuadros de pescadores. 

Sus obras a lo largo de su dilatada carrera han sido expuestas en Bruselas, Túnez, Francia (París, Niza, Marsella y Vichy); en los Estados Unidos en la Galería Wildenstein de Nueva York, Milwaukee, Escanaba, Gree-Bay, Palm Beach, Houston, también en Inglaterra, Bahamas, Marruecos, Argelia y España. Max Moreau fue objeto de numerosos premios y reconocimientos.

La sala estudio del artista, se ha conservado tal y como el propio Max la dejó. El piano con sus partituras, la colección de objetos orientales con los que viajó por medio mundo y junto a la ventana, el caballete que le regalara su padre.

El extraordinario talento de Max Moreau se manifiesta también en su faceta de compositor. Su música, como su pintura, es polifacética y al igual que está inspirada por lo oriental.

Su repertorio sorprende por su estructura original y por la sensibilidad y elevación de su melodía, la serie de poemas liricos que tienen por tema, entre otros. “La flauta de Jade” y “El jardín de las caricias” de Franz Toussaint. (Toulouse 1879-San Juan de Luz 1955), escritor y orientalista francés, guionista, autor de muchas traducciones de árabe y persa, sánscrito y japonés. Su traducción más famosa, adaptada en varios otros idiomas, es la de Rubaiyat de Omar Khayyam.

Una mirada desde este Carmen de los Geranios parece que nos transporta al presente, palpable de Moreau. Desde su estudio, en permanente lucha con la luz de la vega, fue capaz de rebuscar entre los misterios que Granada ofrecía allá abajo, resbalándose entre los tejados pardos del Albaicín, cayendo hacia el rió Darro, discurriendo hacia la planicie, envuelto por tañidos de campanas: una adivinada torre de la Vela, arriba en la fortaleza, la catedral, enorme, lejana, y los mil conventos e iglesias de su barrio querido.