Un día frió como el de hoy puede ser una buena excusa para hacer planes, cuando llegue el buen tiempo iremos a conocer un poquito de Francia, (soñar no cuesta nada)
Aremos unos días de vacaciones en barco por el Canal du Midi, disfrutaremos de un viaje apacible a
través de los viñedos frondosos de la región vinícola del Languedoc. Declarada
patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Con el paisaje de las esclusas, los
puentes-canales y la escala de Fonsérannes. En el trayecto pararemos en la
bulliciosa Toulouse y luego hasta las playas de arena dorada del Mediterráneo,
se pueden hacer catas de vino, paseos en bici y visitas a localidades
medievales y antiguas ciudades amuralladas.
Para disfrutar del canal debemos contemplarlo en el contexto de la navegación fluvial de la época. El complicado mantenimiento de los ríos para hacerlos navegables, unido a las necesidades estratégicas de vías de comunicación rápidas, y el comercio, favoreció la proliferación en Europa de canales. Esta época dorada de la navegación fluvial terminaría con la llegada del ferrocarril.
El
canal fue el deseo de Luis XIV de
marcar su reinado con una obra Imperecedera, la construcción de una vía
navegable permitió la comunicación interna entre las dos costas del sur del
país.
Este proyecto ya había sido ambicionado en otras épocas por gobernantes como Nerón, César Augusto, Carlomagno, Francisco I, Carlos IX o Enrique IV, que deseaban preservar sus barcos y mercancías del peligro que suponía cruzar el estrecho de Gibraltar. La construcción del canal del Mediodía se realizó entre 1666 y 1681 bajo la supervisión del ingeniero Pierre-Paul Riquet, cuyo éxito le valdría el título de barón de Bonrepos. Durante más de quince años trabajaron cerca de 12 000 obreros.
Los Pénichette en el Canal du Midi
El estudio del proyecto fue complejo y plagado de problemas técnicos, siendo necesaria la construcción de numerosos puentes de canal y túneles para salvar la orografía. Para resolverlo, Riquet puso en práctica un sistema de colecta conocido como «la rigole» que se abastecía de la zona montañosa de la Montaña Negra (al sur del Macizo Central) y del Lago de Saint-Ferréol. El sistema se componía de numerosas acequias que alimentaban un gran depósito de agua de cerca de 6,5 millones de m³. Esta cantidad excedía las necesidades del propio canal, permitiendo así asegurar el suministro de agua incluso en los periodos de sequía.
A partir de su puesta en servicio, el canal es
utilizado para el transporte de pasajeros y correo (al igual que las antiguas
diligencias los barcos que recorrían el canal iban equipados de cofres para
correo). Los barcos se propulsaban mediante caballos, que tiraban de ellos
siguiendo los caminos paralelos al curso del agua.
Su profundidad media es de 2m y presenta un ancho medio de
20m en la superficie y 11m en el fondo. Su punto más alto con 189 metros sobre
el nivel del mar que se registra al paso de la cima de Seuil de Naurouze
(comarca del Lauragais). Donde cruza la divisoria de aguas entre las cuencas
atlántica y mediterránea. Actualmente hay alrededor de 60.000 árboles plantados
en las orillas del canal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario