Situado en el bajo Albaicín, frente a la Alhambra y paralelo a la carrera del río Darro, es un singular espacio urbano de la Granada monumental. Uno de los más antiguos y representativos conventos de clausura granadinos.
Por bula del Papa León X, en 1518, se funda en Roma este monasterio para religiosas franciscanas de la Tercera orden regular.
Enclavado en el barrio nobiliario de los Axares. Se erige sobre un conjunto arquitectónico en el que se integran armónicamente importantes palacios, casas y jardines moriscos preexistentes del periodo musulmán, junto a edificios propios de las construcciones conventuales cristianas.
La portada de la iglesia se realizó en el siglo XVII y presenta una escultura en piedra de la Virgen. Mientras, la portada que encontramos enfrente es de traza gótica, principios del siglo XVI, y da acceso directo al monasterio. Monasterio e iglesia ocupan dos lados de la plaza que se abre ante ellos, mientras que los otros dos lados quedan formados por la verja que cierra el lugar.
Entre las dos portadas, la de la iglesia y la del convento hay un pilar dedicado al compositor Valentin Ruiz Aznar (Maestro de Capilla de la Catedral y docente en el Conservatorio profesional de Granada).
Un singularísimo patio de tradición morisca con fuente octogonal hace las veces de claustro en torno al cual se articulan las principales dependencias conventuales. Por todo esto es considerado como uno de los vestigios culturales más enriquecedores del Albaicín.
Una curiosidad, los platos de cerámica de Fajalauza que están
detrás de la virgen son parte del ajuar que las monjas traían al entrar al convento, son los platos en los que comían.
Tienen los nombres escritos y la fecha en la que entró a la orden. H. Amelia 22-9-76 ¿pero de qué siglo?
Dentro de la iglesia destacan el retablo
barroco temprano, de orden corintio, decorado con pinturas y el Altar Mayor,
con una imagen de Nuestra señora de la Concepción, cuya talla en madera
policromada podría atribuirse a la escuela de Pablo de Rojas, y un
crucificado, obra de Jacobo Florentino, que es la primera imagen de Cristo en
la cruz que llega a Granada.
No menos importante que su arquitectura es el rico patrimonio artístico, histórico y cultural que, a lo largo de estos cinco siglos, han guardado y cuidado con esmero estas monjas en su clausura.
El Convento de la Concepción tiene un museo y entre las imágenes que podemos contemplar están, tres Ecce Homos de los Hermanos García, un Cristo recogiendo las vestiduras de Bocanegra, el retablo de Santa Lucía, un San Antonio y San Juanico de Alonso de Mena, las Inmaculadas de Ambrosio Martínez del Busto, Alonso Cano, Pedro de Mena, Bocanegra, una colección de Niños Jesús de Pasión y resurrección donde se incluyen un lienzo de Sánchez Cotán, y escultura de Risueño, así como pequeñas esculturas en barro…
Lo más significativo de la visita a este
conjunto conventual es contemplar las obras de arte ubicadas en su contexto, en
el espacio y con el fin para el que fueron concebidas.
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