Esta calle era el principal eje de la Medina o ciudadela de la Alhambra, así venia funcionando desde la época medieval, en torno a ella se disponía la zona residencial y los talleres de artesanos que estaban al servicio de la corte nazarí. Su trazado partía desde la Puerta del Vino hasta la zona donde hoy se encuentra el Parador de San Francisco y el Palacio de los Abencerrajes.
Iglesia de Santa Maria de la Alhambra |
Las obras del templo se realizaron entre 1581 y 1618, completadas por el arquitecto Ambrosio de Vico siguiendo trazas de Juan de Herrera y Juan de Orea, aunque con fábricas muy humildes en comparación con los proyectos iniciales. Con planta de cruz latina y capillas laterales, destaca su retablo barroco con grandes columnas salomónicas de 1671, así como el Crucificado y las grandes imágenes de las Santas Úrsula y Susana, de Alonso de Mena.
La titular es la conocida imagen de la Virgen de las Angustias de Torcuato Ruiz del Peral, realizada entre 1750 y 1760, sale de su templo en Semana Santa sobre uno de los más bellos tronos granadinos, en plata repujada, reproduce las arquerías del Patio de los Leones. A su Cofradía perteneció Federico García Lorca.
La Casa de la Estafeta, situada en la Plaza de los Carros, frente al Palacio de Carlos V, era utilizada hasta 1928 como residencia de paisajistas.
Siglo XX |
Destaca el valor histórico de los dos buzones de la Estafeta de Correos, dos cabezas de león, realizadas en bronce de color verde, que Antonio Gallego Morell sugirió trasladar a este espacio, provenientes del antiguo edificio de Correos en Gran Vía y que se mantienen en la fachada tras las obras de rehabilitación de la Casa de la Estafeta.
A continuación de la iglesia. Los baños del Polinario, también
llamados Baño de la Calle
Real,
o baño de la Mezquita que fueron una taberna en el siglo XIX. Casa famosa conocida como de Antonio Barrios el Polinario, uno de los últimos cicerones
de la Alhambra.
Allí nació el gran guitarrista clásico Ángel Barrios. Y
dejaron sus testimonios figuras como Ravel, Strauss, Lorca, los hermanos
Machado, Zuloaga, Rusiñol y un largo etcétera.
Museo de Ángel Barrios |
La hija de Ángel Barrios, donó el
gran legado de su padre al Patronato de la Alhambra y el Generalife en 1975.
El museo tiene dos salas en las
que se muestran cuadros, dibujos, caricaturas, cartas con personalidades de la
época y partituras microfilmadas recuperadas por el Centro de Documentación
Musical de Andalucía.
Los fondos del museo dedicado al
artista está compuesto por la rica pinacoteca familiar, con magnificas firmas
de la pintura de entre siglos, partituras, documentación textual, gráfica y una
amplia biblioteca, así como instrumentos musicales, mobiliario original,
objetos y enseres.
Tras
los pasos de Irving y Ford, como antes de Chateaubriand, Lord Byron, Borrow,
Delacroix, David Roberts, Merimée, Gautier o Dumas, llegaban a la ciudad
numerosos viajeros que pedían alojarse en la Alhambra.
Coetánea fue la pensión Alhambra; enfrente, se abrió la
pensión Carmona y, un poco más abajo, el Polinario, donde vivió una temporada
Santiago Rusiñol.
Granada y la Alhambra convirtieron a Andalucía en la meta obligada de los viajeros del siglo XIX.
Hotel América |
El hotel América en la calle Real de la Alhambra también tiene su historia. El primer miembro de la familia que vivió en el monumento fue Rafael Garzón. Uno de los fotógrafos más importantes de finales del S.XIX y principios del S. XX. Conocido por sus colecciones fotográficas de monumentos, calles y escenas costumbristas.
Tenía un estudio de fotografía en la calle Real de la Alhambra número 24, llamado "Tienda Árabe". Aún hoy existe: es un estudio de fotografía con caracterizaciones árabes para los turistas y es gestionado por el Patronato de la Alhambra y Generalife.
Después de su fallecimiento en 1923, estuvieron abiertos hasta 1935. El hijo de Rafael Garzón, Nicolás, recién casado y para independizarse, compro la casa de la marquesa de la Unión de Cuba, famoso empresario de la época. Una casa antigua, con mucha solera. Durante la reforma de la vivienda, se cuidaron y mantuvieron muchos de los elementos antiguos de la casa.
En 1936 el matrimonio funda la Pensión América. Un año difícil ya que comienza la guerra civil en España, y el turismo desaparece. Recibían entonces a personas de buena posición que pasaban el verano en la Alhambra. Luego volvió el turismo y muchos famosos se alojaron en este coqueto hotel, que desde su zona privilegiada, junto a la Alhambra, es fácil transportarse al siglo XV, asistiendo al nacimiento del Renacimiento, compartiendo el tiempo, la geografía y la historia con personajes que hicieron cambiar el curso de la Humanidad: Cristóbal Colón, Isabel la Católica, San Ignacio de Loyola, Lutero, Maquiavelo, Miguel Ángel, Erasmo, Copérnico, Tiziano, César Borgia, Berruguete, Boticelli, Nebrija o el terrible Torquemada.
En enero de 2017 se abrió para ser visitada esta casa en la calle Real de la Alhambra, de los últimos años del S.XIII o principios del S.XIV. Su acceso aunque en la actualidad se realiza desde el lado oriental del baño del Polinario, tendría su entrada originaria en recodo desde la Calle Real Alta. Actualmente solo se conservan dos de sus cuatro crujías, una al sur y otra al este, si bien es fácil suponer una disposición rectangular alrededor de la actual alberca.
Situado al final de la calle Real de la Alhambra. Edificado sobre un palacete musulmán en el siglo XVI , el palacio nazarí de los Infantes fue el lugar elegido para construir el convento encomendado a los franciscanos. La superposición de estructuras y estilos hacen excepcional este edificio. El centro del antiguo palacio nazarí se transformó en la nave principal de la iglesia del convento, y la capilla mayor y el crucero ocuparon el mirador del palacio, que se abría a la nave a través de un arco mudéjar.
El Parador es hoy uno de los más emblemáticos de la red.
Parador Nacional de San Francisco |
Sus bonitos jardines |
Y durante la Desamortización, tuvo que ser abandonado por los frailes, más tarde se convirtió en albergue de humildes familias, y fue también residencia de pintores y paisajistas. Aquí quiso Dalí pintar a Gala, y Andrés Segovia volvía a la Alhambra para acompañar a la noche con su guitarra.
El Patio de Isabel la Católica, antesala del mirador sobrevivió. Mas otros elementos, como la sala oriental (ahora sala árabe).
El convento renacentista sufrió importantes transformaciones y ampliaciones en el siglo XVIII. Fue en ese momento cuando adquirió su forma definitiva con la construcción de la torre del campanario y la puerta actual, de ladrillo y pilastras, con arco de medio punto y el nicho con la imagen de San Francisco.
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