La Alhambra desde El Generalife

La Alhambra desde El Generalife
La Alhambra desde El Generalife

20181112

ALHAMBRA - Calle Real


Esta calle era el principal eje de la Medina o ciudadela de la Alhambra, así venia funcionando desde la época medieval, en torno a ella se disponía la zona residencial y los talleres de artesanos que estaban al servicio de la corte nazarí. Su trazado partía desde la Puerta del Vino hasta la zona donde hoy se encuentra el Parador de San Francisco y el Palacio de los Abencerrajes.

Iglesia de Santa Maria de la Alhambra
Al principio de la calle, la Iglesia de Santa Maria de la Alhambra, terminada en el siglo XVII sobre el solar de la Mezquita Mayor y su baño, este último conservado parcialmente en la casa donde nació y vivió el músico Ángel Barrios, hoy Museo evocador de su figura y del ambiente intelectual del primer tercio del siglo XX. 


Las obras del templo se realizaron entre 1581 y 1618, completadas por el arquitecto Ambrosio de Vico siguiendo trazas de Juan de Herrera y Juan de Orea, aunque con fábricas muy humildes en comparación con los proyectos iniciales. Con planta de cruz latina y capillas laterales, destaca su retablo barroco con grandes columnas salomónicas de 1671, así como el Crucificado y las grandes imágenes de las Santas Úrsula y Susana, de Alonso de Mena.



La titular es la conocida imagen de la Virgen de las Angustias de Torcuato Ruiz del Peral, realizada entre 1750 y 1760, sale de su templo en Semana Santa sobre uno de los más bellos tronos granadinos, en plata repujada, reproduce las arquerías del Patio de los Leones. A su Cofradía perteneció Federico García Lorca.


A lo largo de la Calle Real existían viviendas y diversos edificios públicos, transformados por el tiempo en nuevos usos. algunos ampliados como la casa de la Estafeta, hoy también Oficina de Información Turística. 



La Casa de la Estafeta, situada en la Plaza de los Carros, frente al Palacio de Carlos V, era utilizada hasta 1928 como residencia de paisajistas. 


Siglo XX
La casa esta vigente desde 1960, cuando la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones concedió al Patronato de la Alhambra y Generalife esta oficina postal. De este uso toma el nombre el edificio, que además ha albergado otros, el de puesto de la Cruz Roja, en 1987, y Tienda-librería del Patronato de la Alhambra, a partir de 1989 hasta 2010.


Destaca el valor histórico de los dos buzones de la Estafeta de Correos, dos cabezas de león, realizadas en bronce de color verde, que Antonio Gallego Morell sugirió trasladar a este espacio, provenientes del antiguo edificio de Correos en Gran Vía y que se mantienen en la fachada tras las obras de rehabilitación de la Casa de la Estafeta.



A continuación de la iglesia. Los baños del Polinario, también llamados Baño de la Calle Real, o baño de la Mezquita que fueron una taberna en el siglo XIX. Casa famosa conocida como de Antonio Barrios el Polinario, uno de los últimos cicerones de la Alhambra.

Allí nació el gran guitarrista clásico Ángel Barrios. Y dejaron sus testimonios figuras como Ravel, Strauss, Lorca, los hermanos Machado, Zuloaga, Rusiñol y un largo etcétera.

Museo de Ángel Barrios
La hija de Ángel Barrios, donó el gran legado de su padre al Patronato de la Alhambra y el Generalife en 1975.
El museo tiene dos salas en las que se muestran cuadros, dibujos, caricaturas, cartas con personalidades de la época y partituras microfilmadas recuperadas por el Centro de Documentación Musical de Andalucía.
Los fondos del museo dedicado al artista está compuesto por la rica pinacoteca familiar, con magnificas firmas de la pintura de entre siglos, partituras, documentación textual, gráfica y una amplia biblioteca, así como instrumentos musicales, mobiliario original, objetos y enseres.  
                                                                                               

Tras los pasos de Irving y Ford, como antes de Chateaubriand, Lord Byron, Borrow, Delacroix, David Roberts, Merimée, Gautier o Dumas, llegaban a la ciudad numerosos viajeros que pedían alojarse en la Alhambra.
Se prohibió dormir en los palacios y, el aumento de la demanda, favoreció la apertura de varios alojamientos. Uno de las primeros en inaugurarse fue la fonda de San Francisco, abierta en el que fuera primer convento establecido en Granada por los Reyes Católicos,  
Coetánea fue la pensión Alhambra; enfrente, se abrió la pensión Carmona y, un poco más abajo, el Polinario, donde vivió una temporada Santiago Rusiñol.
Granada y la Alhambra convirtieron a Andalucía en la meta obligada de los viajeros del siglo XIX. 

Hotel América
El hotel América en la calle Real de la Alhambra también tiene su historia. El primer miembro de la familia que vivió en el monumento fue Rafael Garzón. Uno de los fotógrafos más importantes de finales del S.XIX y principios del S. XX. Conocido por sus colecciones fotográficas de monumentos, calles y escenas costumbristas.


Tenía un estudio de fotografía en la calle Real de la Alhambra número 24, llamado "Tienda Árabe". Aún hoy existe: es un estudio de fotografía con caracterizaciones árabes para los turistas y es gestionado por el Patronato de la Alhambra y Generalife.
Después de su fallecimiento en 1923, estuvieron abiertos hasta 1935. 
El hijo de Rafael Garzón, Nicolás, recién casado y para independizarse, compro la casa de la marquesa de la Unión de Cuba, famoso empresario de la época. Una casa antigua, con mucha solera. Durante la reforma de la vivienda, se cuidaron y mantuvieron muchos de los elementos antiguos de la casa.



En 1936 el matrimonio funda la Pensión América. Un año difícil ya que comienza la guerra civil en España, y el turismo desaparece. Recibían entonces a personas de buena posición que pasaban el verano en la Alhambra. Luego volvió el turismo y muchos famosos se alojaron en este coqueto hotel, que desde su zona privilegiada, junto a la Alhambra, es fácil transportarse al siglo XV, asistiendo al nacimiento del Renacimiento, compartiendo el tiempo, la geografía y la historia con personajes que hicieron cambiar el curso de la Humanidad: Cristóbal Colón, Isabel la Católica, San Ignacio de Loyola, Lutero, Maquiavelo, Miguel Ángel, Erasmo, Copérnico, Tiziano, César Borgia, Berruguete, Boticelli, Nebrija o el terrible Torquemada.


En enero de 2017 se abrió para ser visitada esta casa en la calle Real de la Alhambra, de los últimos años del S.XIII o principios del S.XIV. Su acceso  aunque en la actualidad se realiza desde el lado oriental del baño del Polinario, tendría su entrada originaria en recodo desde la Calle Real Alta. Actualmente solo se conservan dos de sus cuatro crujías, una al sur y otra al este, si bien es fácil suponer una disposición rectangular alrededor de la actual alberca


Situado al final de la calle Real de la Alhambra. Edificado  sobre un palacete musulmán en el siglo XVI , el palacio nazarí de los Infantes fue el lugar elegido para construir el convento encomendado a los franciscanos. La superposición de estructuras y estilos hacen excepcional este edificio. El centro del antiguo palacio nazarí se transformó en la nave principal de la iglesia del convento, y la capilla mayor y el crucero ocuparon el mirador del palacio, que se abría a la nave a través de un arco mudéjar. 
El Parador es hoy uno de los más emblemáticos de la red.
Parador Nacional de San Francisco
Aun son identificables los elementos de lo que fuera palacio nazarí. Destacan, sobre todo, el magnífico mirador cuadrado (qubba) con vistas al Generalife y delante de él, una cúpula de mocárabes decorada con yeserías bajo la que estuvieron las tumbas provisionales de los Reyes Católicos, mientras se construía en la ciudad el Panteón de la Capilla Real, su nieto Carlos V ordena su traslado y desde el 10 de noviembre de 1521 descansan en la Capilla Real.



Otra de las huellas más visibles es la acequia que atraviesa el claustro y que fue parte de la acequia real que recorría toda la colina. En 1949 se descubrieron los primitivos baños árabes, de cuyos alicatados se conservan restos originales. 

Sus bonitos jardines
El edificio sufrió una gran ruina durante la ocupación francesa en la Guerra de la Independencia, ya que sirvió de cuartel. 
Y durante la Desamortización, tuvo que ser abandonado por los frailes, más tarde se convirtió en albergue de humildes familias, y fue también residencia de pintores y paisajistas. Aquí quiso Dalí pintar a Gala, y Andrés Segovia volvía a la Alhambra para acompañar a la noche con su guitarra.


El paso de los siglos arruinó la cubierta de la iglesia que hoy es un espacio abierto.
El Patio de Isabel la Católica, antesala del mirador sobrevivió. Mas otros elementos, como la sala oriental (ahora sala árabe).


El convento renacentista sufrió importantes transformaciones y ampliaciones en el siglo XVIII. Fue en ese momento cuando adquirió su forma definitiva con la construcción de la torre del campanario y la puerta actual, de ladrillo y pilastras, con arco de medio punto y el nicho con la imagen de San Francisco. 








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