La Alhambra desde El Generalife

La Alhambra desde El Generalife
La Alhambra desde El Generalife

20170519

BARRIO DEL REALEJO (Virgen del Rosario Camarín)



En 1725 comenzaron las obras para dotar a la Virgen del Rosario, Copatrona de Granada, de un retablo y de un camarín dignos de la magnitud de los hechos milagrosos de 1679. 
El comisario de obras fue el caballero Pedro Pascasio de Baños. El resultado es un conjunto barroco único, combinándose, arquitectura, escultura y pintura. El deterioro ocasionado por el tiempo en las frágil y delicada escultura hizo que el camarín se incluyera en el programa Andalucía Barroca, y desde la terminación de las obras en 2013, esta abierto al publico para dar a conocer los valores artísticos, religiosos e históricos de este monumento.


El camarín está compuesto por cuatro salas: Antecamarín, la sala de Lepanto, la sala de la Inmaculada y la sala de la Reina.



Antecamarín



Pequeño espacio a manera de Palio que antecede a la Sala de la Virgen, está inspirada en la arquitectura de Borromini y tiene una cúpula elíptica.



En la estancia se conserva la reproducción del fanal de la galera de D. Álvaro de Bazán. Destacan en el dos preciosos relieves murales, obra en mármol y alabastro, que contienen dos pequeños relicarios. Esta estancia comunica los antecamarines y la sala capitular, sirviendo de distribuidor y organizador de los espacios.


Sala de Lepanto-Bóveda de los Arcángeles  
Representa la lucha entre la Gracia y el Pecado. Preside la sala un notable lienzo” alegórico de la batalla de Lepanto, que como todas las pinturas que podemos encontrar en la sala, es obra de Domingo Echevarría “Chavarito”. 



En las bóvedas aparecen ángeles y arcángeles con armas y rosarios, correspondiendo a las armas de la tierra y el Cielo.



En el muro del fondo podemos admirar una bella representación de San Pío V rezando ante la Virgen pidiendo su intercesión durante la batalla de Lepanto. Bajo éste, un armario-relicario del siglo XVII que contiene varias reliquias de las Once mil Vírgenes de Colonia.


Sala de la Inmaculada
Las pinturas alegóricas de la sala representan la alegría por la Victoria sobre el pecado. Preside una Inmaculada de escuela granadina. 
Encontramos ángeles músicos en las bóvedas, en los arcos se nos muestran escenas de la Coronación de la Virgen; la nave capitaneada por María; la Divina Pastora; la caída de Adán y la promesa del Redentor.



Junto a la puerta aparecen dos placas de mármol, fechadas en 1773 y 1965, que relatan fechas memorables de la Archicofradía de la Santísima Virgen del Rosario.



BARRIO DEL REALEJO (Virgen del Rosario Sala de la Reina)


La cúpula del Camarín de la Virgen del Rosario es la representación plástica de la maternidad divina, la “llena de Gracia” del evangelio de S.Lucas, (según nos comentan)


Al entrar vemos que todos los recursos artísticos del barroco se dan cita en esta sala, como son la gran cantidad de puntos de vista, de efectos luminosos, la bóveda hecha a base de una cúpula central y medias cúpulas con descargue sucesivo en cuatro trompas, paralelismo con la representación de la bóveda celeste (Cúpula) y la cuadratura de la tierra (el pavimento) todo ello dentro de la tradición aristotélica. 



El suelo está formado por un mosaico de mármol con motivos alegóricos a la batalla de Lepanto.



El zócalo atesora delicadas efigies de ángeles en las pilastras y bajorrelieves con pasajes bíblicos alusivos a la mujer.


  
La riqueza de los mármoles de diversos colores se mezclan  con las pinturas murales y el reflejo de los espejos, que junto con el brillo tenue de las luces, tejen un ambiente único. Un lugar fascinante, concebido para cobijar la imagen de la copatrona de Granada, Ntra. Sra. del Rosario.


La indumentaria de plata de la Virgen se compone de una saya entera con mangas de punta colocada sobre el cuerpo y el verdugado. Estas dos prendas eran las más características del vestido femenino español de ceremonia durante la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. 



El cuerpo era un corsé rígido colocado en punta encima de la falda y sobre la camisa, forrado de una tela basta y bordeada de alambre, que alargaba el talle y comprimía el pecho de la mujer. El verdugado era una enagua armada con aros de alambre o madera para ahuecar las faldas y darle un aspecto acampanado y sin arrugas. 



Esta vestimenta se reproduce en el retrato que el pintor Sánchez Coello realizó en 1571 a Ana de Austria, esposa de Felipe II, su traje refleja perfectamente la moda femenina de la segunda mitad del siglo XVI.



En esta época el recato en el traje femenino llegaba a tal extremo que para impedir que los pies quedaran a la vista cuando las damas se sentaban se había provisto a las faldas de un alto pliegue como se observa en el citado retrato y reproduce también el vestido de la Virgen del Rosario. Ésta última presenta además un recogido por detrás creando una serie de plegados en paralelo.