En la
calle Pavaneras, en el Barrio del Realejo, podemos ver, el Palacio de
los Marqueses de Casablanca, una casa señorial construida sobre una antigua
mezquita, la obra se realiza por la iniciativa de Don Luis Maza de
Lizana. (Los Maza y los Lizana son dos familias de origen aragonés que se
remontan a los siglos XI y XII), ya que algunos de sus miembros están
atestiguados en ese tiempo. Así, el nombre de los Lizana se asocia al señorío
del castillo que lleva su nombre en Huesca, un enclave estratégico que tuvo
gran importancia en los primeros tiempos de la reconquista aragonesa. Llegan a Granada con los Reyes Católicos.
El inmueble fue objeto de varias
reformas después de sufrir varios incendios, (en 1910, 1940 y
1980) que transformaron su aspecto primitivo. Después de varios
propietarios se quiso hacer de él un hotel de lujo, fue residencia de los
herederos del marqués hasta 1992, sigue siendo un edificio hermoso.
(Aquí vivió el famoso Francisco de Velasco, el Cura Santo de San
Matias, muerto en “olor de santidad”).
De la fachada original del palacio sólo se conserva una bella ventana
plateresca enrejada y un escudo heráldico, con una cruz de Calatrava. La
primera restauración hizo que la portada se decorase con motivos neomedievales;
en la segunda, se empedró el patio y se añadieron varios restos musulmanes
hallados en el edificio.
Casa
del Padre Suárez
A unos pocos metros y en la misma acera, nos encontramos con la que fue La Casa del Padre Suárez que estuvo unida a la Casa de los Tiros, hoy ya separada interiormente. Esta casa solariega fue construida en la primera mitad del siglo XVI por la familia Suárez de Toledo. Lleva el nombre de uno de los miembros de la familia, Francisco Suárez, conocido como Padre Suárez, teólogo, filósofo y jurista granadino nacido en 1548. Sus logros filosóficos más importantes fueron en el campo de la metafísica y la filosofía del derecho. Suárez puede ser considerado como el mayor representante de la Escuela de Salamanca en su etapa jesuita.
Frente a la catedral
Francisco Suárez, conocido como Doctor
Eximius (Granada 5 de enero 1548 – Lisboa 25 de septiembre 1617), fue
un teólogo, filósofo y jurista español, que ha sido reconocido como uno de los de
mayor aportación al Derecho internacional de gentes. Fue precursor de la
necesidad de una Organización de la Naciones Unidas,
continuista de la obra de Francisco
de Vitoria y renovador de la Escolástica europea. Su
pensamiento jurídico influenció a los grandes ilustrados del siglo XVIII. Ha
pasado a la historia por su importante contribución a la filosofía de la ley.
Hombre de una gran cultura y
erudición griega, latina, árabe y hebrea, pudo asimilarla toda, ordenarla y
simplificarla. Enseñó teología en Segovia y
Ávila en 1575; en Valladolid en 1576; entre 1580 y 1585 filosofía y teología
en Roma
Tuvo gran influencia en la
Emancipación del Virreinato del Río de la Plata. En los años de los movimientos políticos argentinos, se
pueden mencionar las enseñanzas del padre Francisco Suárez, quien hablaba del
origen de la autoridad y de la soberanía de los reyes de una forma algo
diferente a la de las clásicas ideas despóticas que imperaban en la
época.
Por su inmensa cultura fue
requerido por Felipe II para que asumiese la cátedra de Prima de Teología en la Universidad de Coimbra en 1597.
Se situó en la cumbre del movimiento intelectual iniciado con el Concilio de
Trento conocido como la Contrarreforma. Las
obras de Suárez fueron mantenidas en la más alta estima en su época, como se
muestra por las numerosas ediciones parciales que se hicieron de ellas en Lyon,
Salamanca, Madrid, Coímbra, Mayence, Colonia, París, Évora, Génova, etc. En sus
biografías se cuenta que una de las alas del antiguo colegio de los Jesuitas en
Salamanca fue restaurada con el producto de la venta de sus obras sobre
metafísica.
El Padre
Suárez es recordado con una escultura en unos de los patios de la facultad de
derecho de nuestra universidad y un instituto inaugurado en
1845 lleva su nombre. En
los medios católicos, tuvo numerosos discípulos y fue continuado por muchos
maestros. Para los protestantes, fue por mucho tiempo un modelo. El gran
filósofo andaluz estuvo presente incluso en el seno de la filosofía nueva del
Barroco y más tarde de la Ilustración. Su pensamiento ocupó un importante lugar
en el pensamiento español y constituyó un giro capital en la evolución de la
especulación mundial.
El Estado adquirió esta casa en 1954 y la remodeló adecuándola a
sus nuevas funciones. Alberga desde 1966 los fondos y servicios del Archivo
de la Real Chancillería.
En su
remodelación se respetó el antiguo trazado, edificando sobre los patios y
jardines el depósito, edificio de siete plantas anexo a la casa. En las tres
plantas de la casa se ubican las zonas de trabajo y de servicio al público.
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