El año que termina.

Todos los atardeceres tienen su momento. Pero los de diciembre... parecen que tienen algo mágico. Será porque anuncian el momento de la despedida... hacen que se nos disparen los flashes y como luces brillantes acudan los recuerdos del año que termina.
Como un caleidoscopio de varios colores se van presentando los meses y los días. Unos breves, apenas son instantes, otros fugaces, pasajeros. Pero también los hay perdurables y eternos. Tristes, esos son como de color oscuro, y vienen  de pronto los mejores, los que son como luces brillantes de bonitos colores, que hasta parecen que traen su propia música. Guardemos estos, como las mejores joyas de nuestra existencia. El año que comienza es un misterio, un enigma, un rompecabezas que iremos completando poco a poco, nosotros también vamos cambiando, no seremos los mismos del año que termina.