Este tipo de capilla sacramental era concebida realmente como un templo anexo a otro más grande y comparte fachada con la propia catedral, pero tiene al mismo tiempo funciones de parroquia independiente.
Con el nombre de Iglesia del Sagrario se conocen los templos de culto católico situados en distintas ciudades de Andalucía e Hispanoamérica.
El Sagrario de Granada tiene una portada de piedra de Sierra Elvira, con tres estatuas correspondientes a San Pedro, San Ibón y San Juan Nepomuceno.
Interior del Sagrario
La sede de la catedral de Granada o iglesia mayor pasó por varios emplazamientos diferentes, desde la mezquita de la Alhambra, hasta ocupar a partir de 1495 la iglesia del convento que la orden franciscana había levantado en el despoblado barrio judío del Realejo.
Aún así, el traslado se dilató hasta finales del 1507, fecha en la que moría su primer Arzobispo, Fray Hernando de Talavera.
Para ello, en 1502, el Papa Alejandro VI había otorgado a los Reyes Católicos un breve que les permitía realizar este cambio de sede. Ya que la archidiócesis granadina se fundó el 10 de diciembre de 1492, y los reyes católicos tenían la condición especial del patronato real de sus templos.
La voluntad de los
monarcas era que la Catedral se ubicara en la que ya era parroquia de Santa
María de la O, para que así, se cumplieran dos objetivos uno físico, la cercanía a la Capilla Real, su capilla funeraria, y el otro simbólico, que el principal templo de la ciudad estuviera sobre el más
importante espacio religioso musulmán. Una de las necesidades que se planteó en el programa del panteón real fue,
que estuviera comunicado, como una capilla más, con el futuro edificio de la
iglesia mayor.
Su bóveda de media naranja sigue el esquema de los templos del barroco granadino.
En la zona correspondiente al Altar Mayor el escultor José Bada talló un precioso tabernáculo en mármol coloreado, que en la actualidad contiene una reproducción de la Inmaculada del maestro Alonso Cano.
Curioso el pie del púlpito con un perro y una pantera, tallas de Pedro Tomás Valero.
Retablo de San Cecilio, tambien de Pedro Tomás Valero - S. XVIII
Capilla de los Granada Venegas, que fueron alcalde del Generalife, Marqueses de Campotéjar y dueños de La Casa de los Tiros, en los dos lados del altar varias granadas, símbolo de su apellido.
Este templo fue también un espacio funerario en el que se dio cabida a los enterramientos, igual que en el resto de los templos de la ciudad. En 1503 se otorgó una capilla privada por parte de la Reina Católica a Don Pedro de Granada y a su hijo Alonso.
Esto nos dice que debía ser uno de los templos más importantes de la ciudad Santa Maria de la O. Pero que además, se estaba dando un gran paso en el laborioso proceso de unión con la población morisca. Ya que los primeros titulares de esta capilla fueron, Don Pedro de Granada, príncipe musulmán convertido antes de acabar la Guerra y casado con su prima Dª María de Venegas, otra conversa noble. Ambos, progenitores de un linaje: el de los Granada Venegas, que tenía esta capilla como uno más, de los muchos favores que obtuvieron por su posicionamiento durante la contienda. Algo, que les mostraba como familia ejemplar, al realizar una de las acciones que les asimilaba con los cristianos viejos.
En otra de las capillas esta el enterramiento del capitán de la reina Isabel, Hernán Pérez del Pulgar que clavó un puñal en la puerta de la Mezquita con la leyenda "Ave María", tomando de esta manera, al menos simbólicamente, el templo musulmán para la cristiandad. Esta fue concedida en 1526 y la otorgó el emperador Carlos V, a Don Hernando del Pulgar, señor del Salar.
Como proclama el epitafio que orla la lápida de su sepultura: “Aquí está sepultado el Magnífico Caballero Fernando del Pulgar, Señor del Salar, el cual tomó posesión de esta Santa Iglesia, siendo esta ciudad de moros. Su Majestad le mandó dar este enterramiento. Falleció el 11 de agosto de 1531 años”.
También tiene sepultura en el Sagrario el primer Arzobispo de Granada, Hernando de Talavera. El prelado, muerto en 1507, había sido depositado en el convento de San Francisco Casa Grande hasta 1517 y después, según informa Bermúdez de Pedraza, fue trasladado hasta un enterramiento en el lateral del evangelio, junto al altar mayor, en un sepulcro de mármol que le había labrado su amigo, el Conde de Tendilla.
Detrás del Altar mayor la capilla de San Pedro.
La antigua mezquita aljama de la capital granadina
convertida en sede de la iglesia mayor fue objeto de deseo de muchos de los
principales personajes de la sociedad del momento para comprar su capilla de
enterramiento. Este privilegiado espacio tenía un carácter provisional y por
tanto, cuando se produjese el traslado a la nueva construcción de la Catedral,
los propietarios de capillas y sepulturas esperaban que estas también se
trasladaran. Algo que nunca sucedió y que se convirtió en tema de desencuentro
y conflicto entre los intereses eclesiásticos y privados.
