Manuel de Falla estuvo muy vinculado con la vida cultural granadina e hizo muchas amistades con personajes como Ángel Barrios, Miguel Cerón, Valentín Ruiz Aznar, Ignacio Zuloaga, Fernando de los Ríos, Hermenegildo Lanz, Manuel Ángeles Ortiz y sobre todo con Federico García Lorca.
Junto con este ultimo y varios mas, promueve la creación del "Concurso de Cante Jondo" con el fin de rescatar el "canto primitivo andaluz" fue organizado por el Centro Artístico y tuvo lugar los días 13 y 14 de junio de 1922 (Corpus en Granada) en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra.
Para la decoración se utilizaron cuadros de Ignacio Zuloaga. También estuvo presente el pintor Santiago Rusiñol, y entre otras personalidades españolas los músicos Joaquín Turina y Adolfo Salazar, los literatos Ramón Gómez de la Serna, Enrique Diez Canedo, Edgar Neville, Ramón Pérez de Ayala, Federico García Sanchiz y los duques de Alba.
La lluvia sorprende a los espectadores y Antonio López Sánchez inmortaliza la escena mediante una histórica caricatura, algunos protagonistas se tapan sus cabezas con sillas de enea. (La enea, también llamada nea y anea) En el dibujo aparecen 31 personajes representando a cada uno de los asistentes.
Diego Bermúdez (El Tenazas de Morón) gana el primer premio y el premio para niños "Niño Caracol" como lo llamaban entonces tenia 13 años, el premio consistía en 1.000 pesetas y un diploma acreditativo, fue colgado años después por el propio Manolo Caracol en su tablao madrileño de Los Canasteros, que regentó los diez últimos años de su vida. (Sevilla, 1909-Madrid, 1973)
Ese diploma se encuentra hoy en el Centro de Documentación Musical de Andalucía, en Granada (Carrera del Darro 29)Son muchos los viajes de Falla para estrenos y representaciones de sus obras. Pero durante 20 años, “quizás los mas felices”, vive en Granada.
El 28 de septiembre de 1939, después de la Guerra Civil Española con la tristeza del recuerdo de los amigos perdidos y temiéndose la Segunda Guerra Mundial, Manuel de Falla se va para Argentina.
Allí sigue trabajando pues tiene contratos, buscando un sitio tranquilo donde componer y vivir, conoce a Ricardo Bunge, que posee una finca “Los Espinillos” en Alta Gracia y que tiene desabitada ya que el reside en Europa y hasta el 14 de noviembre de 1946 día de su muerte sigue trabajando ya que quiere finalizar su ultima obra, “La Atlántida” de la que decía: existía dentro de mí desde los años de la infancia. En Cádiz, mi ciudad natal, se me ofrecía el Atlántico a través de las columnas de Hércules y mi imaginación volaba hacia el más bello jardín de las Hespérides...
Según los esbozos dejados por el maestro, le correspondió terminarla a su discípulo Ernesto Halffter.
Hoy recordamos a Manuel de Falla, el gran músico que un día se enamorara de Granada.
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