La Gran Vía de
Granada se inicia con el inesperado auge económico que en las últimas décadas
del siglo XIX supusieron las grandes fabricas azucareras de remolacha, la
primera se instaló por los años 1865, al mismo tiempo se crea la red
de ferrocarriles, dando un gran impulso al comercio.
Se abren nuevas calles de formato mas moderno, es embovedo el río Darro, creando así la calle Reyes Católicos, la apertura de la Gran Vía de Colón necesito derribar varias casas y palacetes, sin estudiar el gran valor de estos edificios e intentar conservarlos.
Edificios sobre una base modernista
salpicaron la Gran Vía ideados por arquitectos como Modesto Cendoya, Fernando
Wihlhelmi Manzano, Juan Monserrat y Vergés, Blanca Rodríguez Acosta, entre
otros.
El edificio del banco de España fue
la apuesta renovadora del arquitecto Secundino Zuazo, que quiso acercar las
tendencias europeas del momento, en particular las alemanas de los años 20.
Ahora acogerá la Fiscalía Superior andaluza, la provincial y la Escuela de
Fiscales.
Juan Giménez Guerrero, llamado popularmente ‘El Americano´ regreso a Granada con una gran fortuna cuando España perdió Cuba y Puerto Rico.
En marzo de 1910 compró varios solares para construir un nuevo edificio al
comienzo de la calle, entregando un cheque por 120.000 pesetas.
Entonces
nada hacía pensar que esta construcción que se levantaba entre la avenida de la Constitución y la Gran Vía, sería una de los monumentos más emblemáticas del
centro.
El edificio cuenta con tres casas independientes que ocupan toda la manzana. De estilo cercano al modernismo barcelonés, acogió en su planta baja durante muchos años el famoso café "El Americano", muy frecuentado durante la primera mitad del siglo pasado.
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